El crecimiento espectacular de la actividad laboral femenina, que se
remonta a comienzos de los años sesenta, es un mar de fondo que nadie había
previsto en ese tiempo y que nadie ha parado desde entonces ni la precariedad
del empleo, ni el descenso del crecimiento económico, ni el aumento del
desempleo masivo y estructural. En el terreno económico, la paridad existe,