En 1975-93 tiene lugar la reorientación del crecimiento de la mayoría de
los países de América Latina hacia economías abiertas, con menor intervención
del Estado y liberalización de los mercados. No obstante, el crecimiento del
empleo formal recién alcanza el ritmo registrado en 1950-80, durante el auge
de origen externo de 2002-06 –excepto en Chile y Costa Rica, que son las dos